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Mostrando entradas de marzo, 2013

El fenómeno Xolos en Tijuana

El jabonoso tema de la identidad que no se había dejado agarrar por artistas, pensadores, simposios, hombres de negocios ni festivales en Tijuana, tiene hoy un asidero con asas para todos los tijuanenses. Se llama ¡Xolos! De ahí vamos todos agarrados y ¡qué nadie se suelte! Menos resbalosas que las elucubraciones fronterizas de Heriberto Yépez y los esfuerzos del empresario José Galicot con su Tijuana Innovadora, los Xolos -un equipo de fútbol- llegaron para poner en el tablero la pieza que faltaba al darnos el factor común de una identidad que nadie podía agarrar. Y lo que son las cosas, lo que nunca tuvimos en la ciudad, “fútbol”, nos aglutina hoy con una fuerza de cohesión más fuerte que las palabras. Acaso porque aquí siempre fuimos gritones y nos faltaba a quién gritarle. El año pasado, todavía olía a pólvora quemada en la ciudad cuando el camión rojo de dos pisos con el equipo de los Xolos alzando la copa de campeones del torneo nacional de fútbol en el país d

¡Viva Hugo Chávez!

A Hugo Chávez debemos dos cosas: la vocación socialista de los pueblos cuando ya casi nadie creía en ella, y la resurrección de la conciencia colectiva de una Latinoamérica unida por origen y destino. En una sociedad cada vez más global para los productos y menos para las personas, donde cada vez más se apoderan de nuestras formas de pensar los que manejan las marcas y la mercadotecnia, estorba la presencia de hombres como Hugo Chávez. El mundo en su caída libre hacia el centro de gravedad del individualismo como valor, y cuya referencia del éxito supremo nos la publica Forbes cada año (de ahí el prurito por quitar al Chapo), personas como Chávez son un peligro. Pero al mundo le hacen falta hombres como Chávez, que se atrevan a ir contra corriente y tengan el carisma de despertar la conciencia adormecida de los pueblos. Nos hacen falta hombres como Chávez, que refrenen a la sociedad de la vertiginosa caída libre hacia el consumismo desbordado antes de