Es verdad que los partidos se ganan con
goles, pero también es verdad que los goles son mucho más aleatorios de lo que imaginamos,
especialmente cuando hablamos de equipos de altísimo rendimiento como los Xolos
y el Atlético Mineiro.
Durante los partidos la pelota se la pasa
recorriendo el espacio en mil direcciones distintas y sucede de pronto, en la
magia de un instante, que se conjunta la combinación perfecta de una patada
bien dada, una pierna mal acomodada y, acaso, una rafaguita de viento sobre el
campo, amén de lo que diga el árbitro, para que la pelota se meta a las redes y
cuente. Ayer el penal fallado por Riascos en el último minuto del partido, que
le pudo dar a los Xolos el pase a la semifinal no escapa a esta fórmula: se
trata de un error de disparo combinado con un acierto del portero y alguna proporción
del azar que desconocemos: quizá una protuberancia de medio centímetro en el
terreno de juego donde Riascos apoyó el pie antes de su disparo fallido habría sido
suficiente para adelantar el impacto con el balón la milimésima de segundo necesaria
para que el portero de Atlético Minerio alcanzara a desviar el balón con la
punta del pie, como sucedió. Convengamos, sin embargo, y como se ha dicho
siempre, que un buen penal no se falla, lo que sólo significa que la mayor
dosis de la culpa en un penal fallado recae más en la pierna que dispara que en
el acierto del portero y en las casualidades del universo. Por lo demás, para
eliminar el factor casualidad a su mínima expresión estadística, tendría que
haber muchísimos más que dos encuentros entre dos equipos, lo cual resulta organizativamente
inviable.
Independientemente de lo fortuito que
pueda tener el fútbol, hay un ingrediente que nada tiene que ver con la
casualidad y éste sí que es mérito de los Xolos: y tiene muchos nombres:
entrega, sacrificio, temple, coraje, entusiasmo... garra.
Al término de esta participación de los
Xolos en la Copa Libertadores yo quiero decirlo fuerte: los tijuanenses debemos
a los Xolos que el nombre de nuestra ciudad, cuya fama internacional distaba
mucho de darnos orgullo, haya llegado a un nivel de reconocimiento y
prestigio que ni Tijuana Innovadora, con
sus mejores intenciones, había soñado. Y
esto no es obra de la casualidad, sino de este factor con tantos sinónimos que
los Xolos demostraron en la cancha a lo
largo del torneo de la Copa Libertadores.
Los Xolos dieron en el fútbol
internacional una gran lección de entrega y arrojo que habitualmente no se ve
en los equipos mexicanos, cuya actitud queda mejor tipificada por un Cruz Azul que, tras el empate en la final
contra el América, ya estaba anímicamente derrotado. ¿Más ejemplos? El fantasma
de los penales que por varios años espantó a nuestra selección nacional en
justas internacionales... Pero los Xolos no y, este es su triunfo innegable. A
pesar de que ayer hayan perdido, valga la ironía, por un penal; en todo el
torneo y hasta el último segundo de su último partido con un marcador global
que los dejaba ya fuera de la competencia, lo entregaron todo. ¿Alguien sabe
qué pasó con Ronaldino que, en su propia cancha ni con los dos ojos bien
puestos, pudo ver de dónde le caían los Xolos de Tijuana para quitarle todos
los balones? ¿Ni qué pasó con un Atlético Mineiro que, viéndose tan rebasado en
su propia cancha por los Xolos, tuvo a su multitudinaria afición -de lejos
mayor y más entusiasta que la que tienen los Xolos en Tijuana-, al borde del
infarto?
Yo celebro en Tijuana a los Xolos por las
alegrías que nos dieron, por sus ganas de jugar y el entusiasmo convocante que
nos hizo gritar muchas veces “gol!” a una sola voz. No sabemos si después de
esta etapa histórica escrita por el gran Mohamed y su equipo volveremos a tener
un equipo así en Tijuana; de lo que sí estamos ciertos es que este equipo de
los Xolos ha dejado una lección de entrega y sacrificio en la cancha difícil de
emular y que ayer y, a pesar de la derrota, refrendaron hasta el último segundo
de su participación en la Copa Libertadores dejando, a manera de rúbrica sobre
la cancha, las piernas y el corazón. ¡Arriba los Xolos!
Comentarios