No opondré ninguna resistencia; llegaré hipnotizado el 2 de mayo hasta la pantalla. La mercadotecnia ya hizo lo propio construyendo dos rivales así:
uno pelea por su pueblo, graba canciones y entrena corriendo con sus fans; el otro es el chico malo que pelea para incrementar su fortuna personal, y se hace acompañar hasta el ring por Justin Bieber. Así nos alinearon por temperamento a los espectadores, y como yo soy de cepa romántica, quedé del lado de los que gritarán: ¡Arriba Pacquiao!
uno pelea por su pueblo, graba canciones y entrena corriendo con sus fans; el otro es el chico malo que pelea para incrementar su fortuna personal, y se hace acompañar hasta el ring por Justin Bieber. Así nos alinearon por temperamento a los espectadores, y como yo soy de cepa romántica, quedé del lado de los que gritarán: ¡Arriba Pacquiao!
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