ARJONA ES TODO UN FENÓMENO. No deja de impresionar el hecho de que un cantautor tan malo pueda reunir a tantos seguidores hasta llenar estadios.
Me da flojeara emprender este alegato, pero en consideración a la sinceridad y vehemencia de quienes en este blog lo defienden (http://new.e1.music.yahoo.com/blogs/el_playlist/2078), siento el deber cívico y moral de sacudir su anonadamiento estético hacia este impostor del buen gusto, pues la influencia de Arjona es avasalladora y ha atrofiado la sensibilidad del público.
¿Qué sucedió con la tradición hispanoamericana de la canción con letra que había emprendido su carrera tan deslumbrantemente bajo la estrella de autores como Silvio Rodríguez, Auté, Joaquín Sabina, José Alfredo Jiménez, Discépolo, Armando Manzanero, por citar algunos?
Encima, Arjona posee la rara virtud de hacer creer a sus seguidores que son inteligentes, educados y cultos porque entienden sus canciones. Se sienten bien en el engaño, ignorando que las tres cosas no les vendrían de Arjona si las tuvieran. La culpa no es del famoso cantautor. Cada quien es libre de vender el fruto de su trabajo como mejor pueda, y él ha podido hacerlo muy bien; tampoco tiene la culpa el rebaño de ilusos que con tan poco se conforman y que en el citado blog lo defiende con tanto encono y con tanta ignorancia. La verdadera culpa la tienen los bajos estándares de calidad que impone hoy día la industria disquera a la masa. Como si el talento no brotara a borbotones en miles de cafecitos barriales desde la Patagonia al Río Bravo, donde miríadas de trovadores anónimos que no han tenido la destreza de Arjona para saber comercializarse, le cantan a la vida con verdadero talento.
Agradezco la jocosa puntada del administrador de este blog con su MANUAL ya que, en el ánimo de explicarme yo este lamentable síntoma de decadencia de la sensibilidad artística de nuestra época, gracias a ella he tenido la oportunidad de leer con curiosidad genuina a los defensores del sobrevalorado cauntautor, y me he topado con faltas de ortografía, sintaxis atravesadas, cambios de sujeto gramatical, indicios que me han remitido a los vicios del ídolo que admiran.
Felicidades Juan Pablo Restrepo por ese MANUAL PARA ENTENDER LAS CANCIONES DE ARJONA, que tanta falta hacía. jaja.
Saludos desde Tijuana.
Me da flojeara emprender este alegato, pero en consideración a la sinceridad y vehemencia de quienes en este blog lo defienden (http://new.e1.music.yahoo.com/blogs/el_playlist/2078), siento el deber cívico y moral de sacudir su anonadamiento estético hacia este impostor del buen gusto, pues la influencia de Arjona es avasalladora y ha atrofiado la sensibilidad del público.
¿Qué sucedió con la tradición hispanoamericana de la canción con letra que había emprendido su carrera tan deslumbrantemente bajo la estrella de autores como Silvio Rodríguez, Auté, Joaquín Sabina, José Alfredo Jiménez, Discépolo, Armando Manzanero, por citar algunos?
Encima, Arjona posee la rara virtud de hacer creer a sus seguidores que son inteligentes, educados y cultos porque entienden sus canciones. Se sienten bien en el engaño, ignorando que las tres cosas no les vendrían de Arjona si las tuvieran. La culpa no es del famoso cantautor. Cada quien es libre de vender el fruto de su trabajo como mejor pueda, y él ha podido hacerlo muy bien; tampoco tiene la culpa el rebaño de ilusos que con tan poco se conforman y que en el citado blog lo defiende con tanto encono y con tanta ignorancia. La verdadera culpa la tienen los bajos estándares de calidad que impone hoy día la industria disquera a la masa. Como si el talento no brotara a borbotones en miles de cafecitos barriales desde la Patagonia al Río Bravo, donde miríadas de trovadores anónimos que no han tenido la destreza de Arjona para saber comercializarse, le cantan a la vida con verdadero talento.
Agradezco la jocosa puntada del administrador de este blog con su MANUAL ya que, en el ánimo de explicarme yo este lamentable síntoma de decadencia de la sensibilidad artística de nuestra época, gracias a ella he tenido la oportunidad de leer con curiosidad genuina a los defensores del sobrevalorado cauntautor, y me he topado con faltas de ortografía, sintaxis atravesadas, cambios de sujeto gramatical, indicios que me han remitido a los vicios del ídolo que admiran.
Felicidades Juan Pablo Restrepo por ese MANUAL PARA ENTENDER LAS CANCIONES DE ARJONA, que tanta falta hacía. jaja.
Saludos desde Tijuana.
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